lunes, 4 de octubre de 2010

La propiedad intelectual y sus problemas

La situación es así: un artista graba un disco, pretende lanzarlo a fines de octubre, pero un mes antes este disco se encuentra en la red listo para descargarlo gratis, inclusive antes de que sea lanzado. El artista en cuestión pierde en parte el esfuerzo de meses, ya que quien compraría un disco que ya está en internet gratuitamente.

Esta es la clase de problemas que se presenta al existir una herramienta como el internet, la cual nos permite acceder de forma gratuita a millones de contenidos, que si bien a veces tienen una propiedad intelectual, son filtrados fácilmente para llegar sin costo a nuestras manos.

Cuando alguien crea algo, es obvio que debe cobrar sus derechos de autor, ya sea un músico, escritor, científico, etc. Esto se hace mediante patentes que lo certifican como el creador, y cada vez que alguien quiera acceder a su creación debe pagar por ello.

Siendo sinceros, todos descargamos contenidos de la internet: libros, música, películas, imágenes, programas, etc. y muchas veces (la mayoría) estas descargas son ilegales. ¿Es que porque pagaríamos por un servicio que puede ser entregado gratis? Gracias a esto los creadores de los materiales son los más perjudicados ya que como consumidores básicamente al no pagar les estamos robando descaradamente, si existiera un rastreo de lo que bajamos de internet la mayoría de los chilenos seriamos acusados de estar cometiendo un delito, pero ¿Merecemos ser llamados ladrones al acceder ilegalmente a estos contenidos? ¿Somos los consumidores los que debemos cambiar o deben crearse nuevas leyes respecto a este tema?

Según la ley de propiedad intelectual Nº 17.336 la cual ampara los derechos de autor, si estamos cometiendo un delito y como consumidores estamos conscientes de aquello, sin embargo la incongruencia es enorme, por una parte conocemos de la propiedad intelectual, sabemos que existen patentes, copyright y licencias que protegen a los autores y creadores, pero todo esto es burlado fácilmente en el momento que estamos frente a un computador a solo un click de distancia de millones de contenidos gratuitos y al mismo tiempo ilegales, pero sabemos que si pagáramos por todos esos contenidos deberíamos desembolsar altas cantidades de dinero, y es que en nuestro país los impuestos son altísimos, del orden de un 19% lo cual hace casi imposible que el común de las personas pueda comprar música legalmente, un simple ejemplo: si hubiera comprado cada disco que he descargado a mi computador, a un promedio de diez mil pesos, la suma de dinero sería de unos dos millones de pesos, una suma claramente abrumadora al tratarse solo de música.

A mi parecer este tire y afloja de los artistas, el gobierno, los consumidores y los precios a los que los contenidos se venden legalmente solo están fomentando la piratería, la era digital ha llegado para quedarse, lo cual solo puede llevarnos a una solución: una actualización en la forma en que distribuyen estos materiales. Es decir, saber utilizar el internet como una herramienta útil y medio de difusión de contenidos, para esto se deberían modificar las leyes actuales, los medios de pago, etc. De esta forma el descargar legalmente sería tan fácil como hacerlo de manera ilegal.

Varios son los artistas que han decido lanzar sus discos, películas y otros contenidos de forma digital y gratuita, un caso es el de Radiohead los cuales lanzaron gratuitamente su disco In Rainbows.

Chile y su gobierno deberían ver ambas caras de la moneda, no se trata de solo penalizar a quienes realizan estas descargas, o no respetar a los autores de los diferentes contenidos y distribuirlos gratuitamente, ambas partes tienen razón en sus argumentos, por lo cual deberíamos ver nuestra realidad y brindar soluciones que se adapten a ella.

martes, 31 de agosto de 2010

Las tics: armas de doble filo

La vertiginosa velocidad con que la sociedad cambia nos mantiene al borde de un precipicio, al cual podemos caer si es que no nos informamos constantemente o si es que no nos adecuamos a las nuevas tecnologías de la información y tomamos parte de ellas.

La sociedad del conocimiento es una sociedad en continuo cambio y fácilmente podemos tropezarnos y estar un paso atrás. Como decía, la velocidad con la que se maneja la información no es la misma de antaño, en cosa de minutos una noticia puede dar la vuelta al mundo, o fácilmente podemos comunicarnos con una persona que se encuentra al otro lado del planeta.

La tecnología está a la mano del hombre, lista para hacernos la vida más fácil, ahora es cosa de apretar un botón para hacer alguna tarea que antes costaba tiempo y esfuerzo ¿pero es esto de verdad una ayuda?

Por consiguiente, debemos tener las competencias necesarias para insertarnos en la sociedad del conocimiento, atrás quedo la era de la industrialización, hoy no se necesita solo mano de obra, por ejemplo, actualmente un profesional puede ser experto en su área pero si no cuenta con los conocimientos necesarios en computación, su destreza difícilmente será tomada en cuenta.

El colegio toma parte fundamental en la entrega de estas competencias tecnológicas y de la información, es aquí donde a los alumnos se les enseña a ver la tecnología como algo funcional y no solo de entretención. ¿Pero son las tics realmente vistas como algo funcional?

Era cosa de tiempo antes de que empezáramos a plantearnos la importancia de contar con tics en el aula de clases. ¿Cuál es la relevancia que esto tiene en el aprendizaje de los niños? ¿De verdad fomenta la enseñanza? ¿Se consiguen mejores resultados académicos con el uso de tecnologías con los alumnos?

Para poder dar respuesta a estas interrogantes debemos ver lo que realmente pasa en el aula de clases, quizás desde nuestra experiencia como alumnos. Las tics pueden ser armas de doble filo, donde si no se ocupan debidamente pueden ocasionar un retroceso en el aprendizaje, típico es el ejemplo del “copy-paste” muchas veces los alumnos solo leen la información sin hacer un análisis de esta, copiando y pegando textos, las tardes en bibliotecas, buscando información en libros para así poder redactar un trabajo parecen lejanas. Entonces me queda preguntarme, ¿Son entonces las tics en realidad una ayuda al alumno? Pareciera que no, que en este caso solo fomentan la flojera, pero existe una delgada línea en lo que respecta al uso de las tics, si el profesor guía cuenta con las competencias necesarias para entregarles el conocimiento a los alumnos, lo más probable es que estos se familiaricen con ellas y sepan ocupar con inteligencia y debidamente las herramientas tecnológicas dispuestas para la enseñanza, como los computadores, los proyectores, las pizarras interactivas, etc.

Estoy consciente de que la era del internet ha llegado para quedarse, pero no debemos equivocarnos con las tics, estas no son recursos mágicos de enseñanza, hay que saber aprovecharlas. Actualmente vemos como el estado se encarga de regalar computadores a los alumnos como premio a su esfuerzo, pero no sabemos el verdadero uso que un niño puede llegar a darle, primero creo que se debe crear conciencia en el uso de estas herramientas tecnológicas, capacitar a los profesores en ellas, y por sobre todo entender que solo son recursos de apoyo, no generan conocimiento por si solas, por lo tanto a los alumnos no se les debe dejar solos frente a una pantalla, o una presentación en power point, sino que se debe integrar a las tics en la clase, tanto así como si fueran un alumno más en el aula.