La situación es así: un artista graba un disco, pretende lanzarlo a fines de octubre, pero un mes antes este disco se encuentra en la red listo para descargarlo gratis, inclusive antes de que sea lanzado. El artista en cuestión pierde en parte el esfuerzo de meses, ya que quien compraría un disco que ya está en internet gratuitamente.
Esta es la clase de problemas que se presenta al existir una herramienta como el internet, la cual nos permite acceder de forma gratuita a millones de contenidos, que si bien a veces tienen una propiedad intelectual, son filtrados fácilmente para llegar sin costo a nuestras manos.
Cuando alguien crea algo, es obvio que debe cobrar sus derechos de autor, ya sea un músico, escritor, científico, etc. Esto se hace mediante patentes que lo certifican como el creador, y cada vez que alguien quiera acceder a su creación debe pagar por ello.
Siendo sinceros, todos descargamos contenidos de la internet: libros, música, películas, imágenes, programas, etc. y muchas veces (la mayoría) estas descargas son ilegales. ¿Es que porque pagaríamos por un servicio que puede ser entregado gratis? Gracias a esto los creadores de los materiales son los más perjudicados ya que como consumidores básicamente al no pagar les estamos robando descaradamente, si existiera un rastreo de lo que bajamos de internet la mayoría de los chilenos seriamos acusados de estar cometiendo un delito, pero ¿Merecemos ser llamados ladrones al acceder ilegalmente a estos contenidos? ¿Somos los consumidores los que debemos cambiar o deben crearse nuevas leyes respecto a este tema?
Según la ley de propiedad intelectual Nº 17.336 la cual ampara los derechos de autor, si estamos cometiendo un delito y como consumidores estamos conscientes de aquello, sin embargo la incongruencia es enorme, por una parte conocemos de la propiedad intelectual, sabemos que existen patentes, copyright y licencias que protegen a los autores y creadores, pero todo esto es burlado fácilmente en el momento que estamos frente a un computador a solo un click de distancia de millones de contenidos gratuitos y al mismo tiempo ilegales, pero sabemos que si pagáramos por todos esos contenidos deberíamos desembolsar altas cantidades de dinero, y es que en nuestro país los impuestos son altísimos, del orden de un 19% lo cual hace casi imposible que el común de las personas pueda comprar música legalmente, un simple ejemplo: si hubiera comprado cada disco que he descargado a mi computador, a un promedio de diez mil pesos, la suma de dinero sería de unos dos millones de pesos, una suma claramente abrumadora al tratarse solo de música.
A mi parecer este tire y afloja de los artistas, el gobierno, los consumidores y los precios a los que los contenidos se venden legalmente solo están fomentando la piratería, la era digital ha llegado para quedarse, lo cual solo puede llevarnos a una solución: una actualización en la forma en que distribuyen estos materiales. Es decir, saber utilizar el internet como una herramienta útil y medio de difusión de contenidos, para esto se deberían modificar las leyes actuales, los medios de pago, etc. De esta forma el descargar legalmente sería tan fácil como hacerlo de manera ilegal.
Varios son los artistas que han decido lanzar sus discos, películas y otros contenidos de forma digital y gratuita, un caso es el de Radiohead los cuales lanzaron gratuitamente su disco In Rainbows.
Chile y su gobierno deberían ver ambas caras de la moneda, no se trata de solo penalizar a quienes realizan estas descargas, o no respetar a los autores de los diferentes contenidos y distribuirlos gratuitamente, ambas partes tienen razón en sus argumentos, por lo cual deberíamos ver nuestra realidad y brindar soluciones que se adapten a ella.